

Cada vez me da más asco prender
Podría ser el único matinal que salve si no fuera por esa cargante e insoportable manía de hacerse la víctima ante los aciertos faranduleros de SQP, programa de farándula de Chilevisión. La simpatía de un refrescado José Miguel Viñuela, la alegría innata de
Todo lo malo debe ser juzgado, ergo, mejorado y si esperan una solución de mi parte para hacer de estos programas matutinos algo más pasables lo que haría yo sería extender la carta de ajuste de los canales hasta por lo menos el mediodía y así evitarnos mamar estas verdaderas torturas cerebrales o bien transformar los matinales en vespertinos y tirarlos a la parrilla en horario de trasnoche para así dormirnos con mayor facilidad, ya que estos programas la única gracia que tienen es crear más ganas de seguir durmiendo que de levantarnos con la supuesta energía que nos entregan estos espacios televisivos…
… ¡Silencio!, ¿no ven que
os obstáculos la vida un poco más dificil. Dado esto y sin ir mas lejos, es digno de criticar los efectos que produce de este ingrato sistema neoliberalista sobre nuestras vidas. Es evidente que este modelo si bien nos da un infinita libertad adquisitiva también limita descriteriadamente a aquella persona que "no tiene porque no puede", siendo más gráficos, siempre habrá un rico y un pobre (esto es lo que nos hace entender la fría lógica), no obstante, esta movilidad social propiciada por el sistema económico imperante crea nuevas clases intermedias, las cuales poseen un valorable equilibrio entre la escasez y el exceso pero que lamentablemente, al momento en que las deudas acumuladas cobran cuenta, literalmente, ese equilibrio se radicaliza en un virtual estado de pobreza permanente.
cencial esa beca, sin embargo, cuando voy al computador de mi compañero veo que sí se la dieron (se la dieron a todo el curso menos a mi) y compartí su alegria por el hecho, pero cuando me dice: "¡hüeón, mi viejo gana $1.400.000 mensuales, inventé los medios promedios e igual me la dieron!", mi seudoamistad con mi compañero quedó en la cuerda floja y la rabia que sentí en ese momento no fue solamente por su desconsiderada actitud sino que pensé en la manera en cómo daban estas malditas becas, ¿es un sorteo?, ¿un bingo?... no lo sé. Finalmente después de meditar largamente esta infinita injusticia llegué a la triste conclusión de que sacarse la cresta estudiando para tener un promedio decente y que mi vieja se saque mil veces la misma cresta yo para trabajar y pagarme a duras penas mi educación, no vale la pena. Pude haber hecho las cosas más fácil e ingresar datos falsos, pero no lo hice, no para creerme un santo sino para quedarme al menos con la satisfacción de que hice lo correcto. Llegando al final de esta condenada introspección sintetize mi realidad en este mundo y en este país en la siguiente frase: "para que te beneficien con algo en esta hüea de país teni' que cagarte de hambre y vivir bajo un puente o tener la billetera bien guatona para no pedir na'", y lamentablemente por muy jocoso que parezca, es así como nos trata la cruda realidad.