Si señores, ya pasó ese gran obstáculo, el primer gran filtro para entrar al sistema como dijo mi connotado amigo Chere, el boleto que nos llevará hacia un lugar que solo sabremos cuál, el día 21 de Diciembre cuando los resultados estén a nuestra disposición… claramente, hablo de la PSU.
Estuvimos 12 años sentados en un banco, conversando de puras pavadas con los compañeros, tirándonos papeles como locos, tirando la talla con los profes, tirando sillas al vacío desde el cuarto piso para aplicar las leyes de la física, estudiando esforzadamente, sudando la gota gorda en cada prueba que se nos ponía por delante -copiando como condenados-, pero en donde igual tuvimos el valor suficiente de enfrentarlas con orgullo y seguridad de sí mismos, aunque muchos estuvieran asistiendo al sicólogo por desordenes emocionales. Sea como sea, estos 12 años -consciente o inconscientemente- fueron para prepararnos para este gran desafío el cuál acabamos de superar, para algunos de forma airosa y triunfante, para otros… simplemente como un real desastre.
12 años que fueron tan emíferos como la fama de Iván Zamorano y en donde culmina la primera etapa de nuestras vidas… ¿cómo?, con la prueba más cabrona de todo el universo… sin duda, un lindo recuerdo. Pero bueno, asi es aquí y en la quebrada del ají, después de todo, la vida no puede ser tan fácil como para no dar una prueba de las dimensiones de la PSU y bien lo saben los más de doscientos mil jóvenes que la rindieron.
Y tal como llegó, se fue. Luego de la tormenta la libertad y el verdadero sentido de las vacaciones ya toma forma después de esos fatídicos 3 y 4 de Diciembre, en donde los amigos y los más cercanos nos esperan con los brazos abiertos, felicitándonos y… “¿cómo te fue?”… ahí la cagaron. Claro, uno puede haber estado muriendo en el momento en que se viene llegando de la sede de rendición cansado y pensando en por qué dejé en blanco la 41 si yo la sabía y un sinfín de pensamientos al azar… pero no, pareciera que la persona que pregunta estuviera más preocupada que uno por cómo le fue. Pero en todo caso, eso se perdona, entendemos su preocupación, pero por favor, no sigan preguntando hueás. Es como si nos pusieran una bocina en la oreja cada vez que preguntan cómo nos fue en la prueba, de verdad… molesta, en serio, pero en buena onda. Asi que no se enojen si los despachan con un: “cállate hueón, pregúntame cómo estoy mejor” o con un notable: “no oigo, no oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado”
En fin, la verdad este texto es mucho más personalizado porque estoy en fase de rodaje ya que como ustedes saben que por estos mismos motivos tuve que alejarme del mundo bloggero por un buen tiempo, pero bueh, ya me ven de vuelta, no con mi mejor facha pero si con las mismas ganas de siempre, asi que no recibo quejas por lo fome que puedan ser las siguientes entradas en este blog. Y para el que quiere saber cómo fue… bueno, les digo inmediatamente para que no pregunten… me fue como el orto, ¿ok?.
Jajaja, pero si es una (mala) costumbre preguntar eso, es como cuando alguien te saluda y te pregunta ¿cómo estai?, y ni siquiera escucha la respuesta.
Na poh, a relajarse ahora dentro de las posibilidades, y como dice el comercial "haz nada" (se pasa bien haciendo nada, pero por un rato).
Un abrazo y me imagino que estás un pelín más relajado.
jajajaj a mi también me pasó lo mismo, contesté lo mismo que pusiste en la última línea y al final quedé en lo que quería y pese a ser mechón, la carrera que estudio es genial.
Yo soy de la época de la PAA...quye fue lo mismo, pero nunca igual...
tb el estres, alejarse del PSX, dejar de carretear, todos sacrificios mínimos para salir adelante, al final me fue bien, supere la prueba: ya 6 años atras eso si. Excelente blog
Muy bien 10am, eso es lo que quería decir.... ya me tienen chata los weones preguntándome como me fue en la prueba s8i ya me fue solamente....
Ayer fui a mi ex colegio y los profes me atosigaron de preguntas... :@!!!! horrorrrr!!!
Ciuodate nos leemos
Anónimo 12:12 p. m.
En verdá que cuando a uno le va mal, prefiere decirlo a los cuatro vientos con tal de bajar a cero la cantidad de giles que concurran a preguntar... "y cómo te fueeeeeeee?"
En verdá es mejor una fuerte que estarse acordando del desastre cada vez que nos lo pregunten.
Estuvimos 12 años sentados en un banco, conversando de puras pavadas con los compañeros, tirándonos papeles como locos, tirando la talla con los profes, tirando sillas al vacío desde el cuarto piso para aplicar las leyes de la física [...]