Pokemón: la tribu urbana más popular dentro del concierto de modas y estilos de nuestro país. Y más que una simple tribu urbana, esta verdadera religión ha ido apoderándose progresiva y peligrosamente de nuestro entorno, tanto así, que ahora incluso podemos ver a sus exponentes día a día a través de nuestro televisor.
Esta farandulización de pokemones ha sido la base para convertir a estos jóvenes en el fetiche televisivo del momento, ya que como bien es sabido, cada vez que productores y directores de las estaciones televisivas descubren América en el mapa -como es el caso de las más que trilladas tribus urbanas-, no bajan del columpio a sus nuevos contenidos hasta que terminan por saturar a la teleaudiencia.
Así y todo, el mostrar a estos especimenes a través de la TV no es un target exclusivo de entretenidos programas juveniles como “Yingo” o “El diario de Eva”, sino que también es tema central para los aún más entretenidos matinales de la televisión abierta. “Consejos de peluquería para un pokemón”, “Aprenda a bailar como pokemón” o “Cómo poncear adecuadamente a una mujer” son algunos de los recursos que éstos utilizan para darle vitrina a una moda que se encuentra en su apogeo, en su madurez plena, como un fruto dulce… pero que esta a punto de empezar a podrirse.
Es tanto el boom que ha producido este fenómeno pokemón, que pareciese como si todos los canales se pusieran de acuerdo para mostrar a esta tribu simultáneamente, y si cree que dicho comentario es una exageración prenda su electrodoméstico regalón por ahí cerca de las 9 de la mañana y podrá ver en cadena nacional la exhibición de este verdadero referente juvenil en cuanto a modas y estilos se trata.
Y es que resulta inverosímil la manera en como se explota a esta tendencia. Por una parte es entendible, ya que es verano y en la televisión, en general, para estas fechas se pueden dar ciertas licencias respecto a sus contenidos, sin embargo, inconscientemente se esta sobrevalorizando una moda que debería haber sido cubierta de manera pasiva y no invasiva, como se ha hecho hasta este momento, ¿Invasiva de qué manera?, metiéndose a cada fiesta pokemona que haya en Santiago o en cualquier otra parte de Chile, haciéndoles preguntas que llegan a hostigar por la cantidad de veces que las han hecho… ¿A cuántas minas te ponceaste hoy día?; y rellenando el 80% de los programas de TV con secciones dedicadas exclusivamente a los pokemones. Sin duda, acciones que no hacen mas que desgastar a un estilo que perfectamente podría mantenerse en el relativo anonimato -y a su vez en el tiempo, de no ser por esta explotación televisiva- y que de pasada, dejaría de producir arcadas a quien no esta dispuesto a ver en la TV a quienes dicen ser parte de esta estrafalaria tribu.
Ajenos a todo lo que implica aparecer en la televisión, el ser pokemón no es una tarea fácil. Para las mujeres el tener su look pokemón significa estar más de 2 horas frente al espejo para maquillarse y “peinarse”… ¿Resultado?, verdaderos payasos chascones. Los hombres, las mismas dos horas frente al espejo pero jugando con la plancha para peinar… ¿Resultado?, verdaderos orangutanes con exceso capilar incapaces de encorvarse correctamente. Sin embargo, la imagen que anteriormente se describe no es en 100% creada por las mismas personas que intentan hacerse parte de esta moda, sino que existe un factor escencial, llamado “El Diario de Eva”. Dicho programa se ha hecho famoso por ser uno de los pioneros en darle vitrina a esta fauna abisal de tribus urbanas, no obstante, también podemos decir que ha sido el referente principal para quienes buscan nuevos peinados y estilos, siendo el programa de la bella Eva Gómez una verdadera fábrica, un hervidero, el caldo de cultivo para nuevas tribus emergentes.
El excesivo maquillaje y los en extremo frikis peinados de lo jóvenes que se sientan en el sillón de la improvisada sicóloga pokemonística, dejan entrever una oculta intención de parte de los realizadores del programa para que surjan nuevas tendencias, lo cual, en cierto sentido puede ser un plus bastante necesario para ir refrescando la visual de quienes somos -afortunadamente- sólo testigos de esta más que trillada invasión pokemona.
Continuará...