Es verano, y claro, mientras unos disfrutan de un rico melón con vino frente a las playas de Cartagena, El Quisco o El Tabo, otros... se quedan en Santiago, trabajando en heladerías e ideando cosas que quizás, muy poca trascedencia tengan en las vidas de los demás. Sin embargo, la mezcla del aburrimiento con la producción de iniciativas usando un desgastado y sobrecalentado cerebro hace pensar que cualquier idea sea la mejor, pero no en años, sino que en breves segundos... En fin, el punto es que en mis extensos y a veces, agobiantes ratos de ocio veraniego, se me ocurrió una idea, si... una sola. Y esa unitaria idea fue el crear una campaña, o más bien una "anti-campaña", como bien especificó una simpática señorita. Y usted, queridísimo y estimado lector, se preguntará...
¿Y de qué tratará esta "anti-campaña"?
Bueno, si la pregunta que se formula en estos momentos es esa, yo le respondo lo siguiente: La "anti-campaña" se denominará: No Compres Mi Estilo y pretende ser una verdadera voz de las víctimas de la cruel , corrosiva y errónea estigmatización respecto a modas y estilos se refiere, por parte de los medios y la gente que se las da de analístas y sociólogos. ¿Por qué tenemos que conceptualizar modas?, ¿Para qué farandulizarlas?, ¿Por qué ven con los ojitos brillando la televisión cada vez que aparecen pokemones, otakus o emos en la TV?, ¿Que no se dan cuenta que son víctimas de una descarnada explotación medial?.
Sin embargo, NCME no sólo aboga por la No-Farandulización de modas, sino que también apela por estilos, modas y vanguardias que posean un sustento ideológico claro y contundente. Porque, claro, es fácil llegar y comprar ropa ad-hoc para considerarse miembro de cierta sub-cultura, pero el no tener idea del por qué mi peinado es de tal forma, o por qué mis pantalones los uso de tal forma, o por qué hablo de tal forma... o sea, de qué estamos hablando. Por lo tanto, ante esta ignorancia, o más bien, ante esta ausencia de valores vanguardistas, impide que realmente se les considere a estos grupos como "tribus urbanas", como mucha gente gusta y goza llamarlos.
Una tribu urbana auténtica posee una bandera de lucha, tiene un leitmotiv definido, nítido, de alto contraste, cada pieza de su vestimenta tiene una significación clara, cada palabra que expelen de las bocas de sus integrantes posee un inconmensurable valor intelectual y social, claro ejemplo de contraculturas como los hippies en los 60 o los punks de los 70 y que prevalecieron hasta los 80. En cambio, actualmente, esta generación de los 90, resultó ser el eslabón más débil de esta, en un principio, fuerte cadena de vanguardias transgresoras. Un Pokemón, una Pelolais, un Otaku o un Visual no tienen razón de ser... ¿es la música boricua y los monos japoneses algo realmente importante?, ¿Más importantes que todas las problemáticas políticas y sociales que vive nuestro país?, ¿O creen que con la movilización estudiantil del 2006 la hicieron todas?...
AVISO: Todas las mejoras que pedimos se las pasaron por la raja, por si no se han dado cuenta.
Ante esta absurda realidad, NCME intenta construir una sociedad mejor, CON verdaderas tribus urbanas que sean un real aporte a una sociedad sedienta de intelecto y raciocinio. Chile necesita más que jóvenes deshinibidos que disfrutan a concho la libertad que les confiere la democracia, a jóvenes proactivos, jóvenes líderes, jóvenes que no pierdan tiempo sino que inviertan tiempo, no en marchas para destruir lo que tanto costo construir, no encerrados en discos desde las 3 de la tarde hasta las 8 de la noche, no en sus casas encerrados en sus piezas juntando la mayor cantidad de comentarios en sus fotologs, sino que en sus propias mentes, pensando y no actuando instintivamente como animales en celo...
No Compres Mi estilo, La Anti Campaña.