
Y si de egoísmo se trata, bien podríamos hablar sobre sueldos éticos, los cuales hacen un implícito llamado a los empleadores a ser concientes con su capital humano que, según sus capacidades, merecen mucho más de lo que están percibiendo en dinero. Palabras que huelen a vacías intenciones que no van más alla de una mera campaña política de aquellos que hablan de ética, siendo que los mismos que proponen el paraíso son los más inmorales seres que habitan el planeta: autoridades religiosas tapadas con el dinero de ciegos feligreses limitados a creer en su propia fé, políticos dueños de medio país que utilizan esta situación como recurso para captar más votos de gente incrédula y un gobierno que toma palco para hacer como que escucha. Nadie tiene la aureola sobre su agusanado cráneo, nadie es un iluminado del cielo para hacer que este país surga con las condiciones mínimas... nadie es lo suficientemente dadivoso como para ceder unos cuantos pesos más a la gente que le trabaja el feudo.
| ||||||||||
|
|