Septiembre, un mes conflictivo en donde los ánimos comienzan a disiparse. Toda la energía gastada durante el año nos pasa la cuenta, estamos chatos, los estudiantes solo quieren salir de clases, los trabajadores quieren su aguinaldo, las ramadas comienzan a armarse y los vándalos de siempre empiezan a fabricar las molotov para el 11.
El cielo se cubre de volantines y el olor a carne asada se convierte en algo habitual. Los viejos curagüillas se aparecen más seguido frente a nuestros ojos y todo sube de precio. Los terminales de buses no dan abasto y colapsan, lo cual aparte de hacer pasar un mal rato a los viajeros se les da material a matinales e informativos haciendo de estos lugares el sitio propicio para los típicos despachos en directo del Buenos días a todos.
Si antes mucha gente se quejaba de que algunas empanadas traían mucha cebolla y poca carne, ahora no se podrán quejar, ya que tan la caga' dejaron las heladas con la agricultura nacional que la empanada si no es por la aceituna y el pedazo de huevo duro podría pasar perfectamente como una hamburguesa del Mc Donalds.
Septiembre, mes de la patria y de las glorias del ejército lo cual se conmemora el 19 de éste mes y en donde al país se le infla el pecho al contemplar su armamento bélico en el connotado desfile militar, nos creemos la raja porque vemos a nuestros soldados bonitos, coordinados y disciplinados, se nos mojan los pantalones cuando miramos al cielo y vemos pasar raudos y veloces a los F - 16 y al grupo Halcones de la Fach. Los comerciales de la TV se ponen más nacionalistas y nos hacen reconsiderar nuestra pesimista visión de nuestro país y más ahora que el bicentenerio está cada vez más cerca.
Sí, Septiembre el mes del reggaeton, la cumbia y el koala, ¿y la cueca?... ¿qué es eso?, no lo recuerdo pero investigaré al respecto. Septiembre, el mes de la primavera, las flores vuelven a nacer, todo aquello que alguna vez fue café y amarillo se tiñe de un hermoso verde, factor propicio para que los amores nazcan y para que los que ya están se hagan mas fuertes.
Celebramos por celebrar, festejamos por algo a lo que menos de la mitad del país tiene conocimiento, pero aún así el asao' y los shoripane' van igual, acompañado del brindis por el sueldo ético, la prosperidad del país y en donde hasta Belisario y todo el gobierno nos cae bien... pero ojo que solamente nos pasa estando en un avanzado estado de embriaguez.
Merde...
No tengo na' que comentar... si ya lo dijiste todo!!!
Septiembre también es el mes de los suicidios, las alergias, los ratones... y México también celebra su independencia, si no somos los únicos... saludos.
En septiembre pasa algo curioso: amamos lo chileno, mientras que en circunstancias normales nos importa un rábano.
Sinceramente, con una buena sonora en vez de cueca, las fondas no dejan pa ná de ser chilenas, o me vai a decir que su wen Tommy Rey o su buen Pachuco (ap... de veras que ese ya se murió...) no dejan la patá...
Y los famosos que salen en la tele intentando bailar cueca bajo trajes más caros que la cresta (presumiblemente arrendados) que un huaso con suerte podría pagar. Pta, si hay gente que es chilena de corazón y otra que es chilena por apariencia no más... Pero mientras los que aparentan chilenidad les salga bien la imitación, con un buen ambiente de celebración, tamos al otro lado.
Aunque, claro, después de las piscolas a algunos les de igual...
Hasta el Transantiago pasará colado y, si el anuncio de que las empanadas vendrán con más carne que cebolla es cierto, la Gordi hasta subirá en las encuestas. Es que septiembre es para eso, para celebrar, aunque no se sepa qué, y olvidar las tragedias del día a día. Es como el recreo, para después volver a la realidad y empezar a tiritar porque se viene navidad.
Sabes, rescato la primera frase...llega septiembre y estamos todos cansados..dias mas dias menos, el tirarse las bolas con gusto para llegar a fines de enero sirve.-
Y por todo eso es precisamente me que me encanta septiembre, jejeje.
A estas alturas del año, bienvenida es practicamente una semanita de vacaciones, y lo bueno es que a diferencia de las de invierno, en esta época el clima acompaña más.
Creo que el motivo principal de que me guste tanto este mes, es porque tenemos NUESTRA celebración, y no una copia barata de alguna festividad gringa.
Espero que todo ande bien pues, y a disfrutar las vacaciones no más.
Esta vez no entendí lo que quisiste decir con esta entrada.. No parece ni crítica ni algo bueno sobre septiembre.
Para mi por lo menos los sentimientos de patriotismo no me surjen.. solo me gusta este mes porque es más alegre.. a toda la gente la veo mas contenta, además el paisaje está mas verde.
Anónimo 8:44 p. m.
Marce, una sola cosa: Reconsidera la concepción que tienes sobre el significado de "crítica" por favor.
¿La crítica siempre tiene que ser mala?... lo dudo.
*. Pese a todo, a mi me encanta septiembre! Con cero patriotismo a flor de piel -de hecho me voy a Argentina- me gusta el ambiente...
Y qué importa si bailamos más reggeaton que cueca? La gracia es que son días para celebrar, para descansar y por último, para quedarse en casita y reponerse hasta que termine el año y salir de vacaciones...
Saludos Mister competencia, ajaja... También estamos por una competencia sana, queremos pasarlo bien en todo esto, así que nos veremos!
Quería tomarme la semana completa de vacaciones, pidiéndome el jueves y viernes para carretea... ejem! digo, descansar, pero creerás que a los muy brillantes señores de Microsoft se les ocurrió hacer una capacitación el día viernes 21???? Me cagaron!!!! Estoy obligada a ir a esa capacitación... los odio... snif!